Mejora de la eficiencia productiva gracias a la monitorización del ganado vacuno
25 de octubre de 2023
El Instituto de Investigación y Tecnología Agrícola y Alimentaria de Cataluña (IRTA) tiene una amplia experiencia en el estudio de los dispositivos disponibles tanto para granjas de leche como de carne. Conocemos cuáles son las tendencias actuales.
Eficiencia productiva y control individualizado de cada vaca. Esas podrían ser las características actuales de las explotaciones de vacuno. El nivel de tecnificación de las ganaderías españolas es comparable al del resto de países europeos y las principales potencias lácteas a nivel mundial.
El avance de los sensores y las herramientas de análisis de datos en el sector ha sido notable en los últimos años, sobre todo en el sector de vacuno de leche, pero avanza también en la actualidad en las ganaderías de vacuno de carne en extensivo. Estas nuevas herramientas permiten mejorar aspectos concretos a nivel de granja y gestión del rebaño, logrando explotaciones más eficientes y rentables.
La universalización de estos dispositivos, orientados inicialmente a las granjas más profesionalizadas pero hoy en día ya más generalizados, dependerá de factores como su precio, las mejoras cuantificables que aporten para las granjas o su mayor o menor facilidad de implementación.
Estas nuevas herramientas permiten mejorar aspectos concretos a nivel de granja y gestión del rebaño
En ganaderías lácteas intensivas, las innovaciones tecnológicas están permitiendo un mayor control sobre todos los parámetros de salud, alimentación y producción de las vacas, posibilitando un seguimiento individualizado de cada animal en aspectos relevantes como producción, ingesta, celos, reproducción y detección de problemas metabólicos y enfermedades de la ubre.
En el caso de ganado de carne extensivo, la localización constante del ganado, la detección de partos, lesiones, celos o cambios de actividad bruscos son aspectos relevantes. “Tener un control del rebaño en la montaña es muy importante para los ganaderos y además el conocimiento de por dónde pasta el rebaño puede ser también útil para una correcta gestión de los prados”, indica Roger.
Hoy en día este tipo de tecnologías de monitorización y big data son accesibles a todo tipo de explotaciones, si bien siguen estando implementadas en mayor medida en las de mayor tamaño, donde sin ellas es imposible la vigilancia y control individualizado de los animales.
Granjas 4.0
Los podómetros, utilizados desde hace años para monitorear los movimientos de los animales y avisar de celos y cojeras, están siendo sustituidos por dispositivos más modernos y que aportan mayor cantidad de datos reproductivos con mayor fiabilidad.
La medición automática de la actividad de rumia se puede usar para detectar transtornos alimentarios y metabólicos. Entre los sensores que se están comercializando en estos momentos con esta finalidad figuran bolos ruminales, crotales y collares.
La alimentación, que representa el mayor coste en las granjas de leche, tiene una gran influencia en el rendimiento y salud de los animales. La nutrición de precisión, con la identificación de las vacas en tiempo real, permite alimentar a los animales individualmente.
Los podómetros, habituales hace años, están siendo sustituidos en la actualidad por collares, mucho más fiables a la hora de proporcionar datos de los animales
Los robots de ordeño suplementan a cada vaca, equipada con un sensor en el cuello, de forma individual, proporcionandole la cantidad de concentrado que se determina en función de factores como la edad, producción o etapa de lactación.
Lo mismo hacen las amamantadoras con la recría, logrando mayores crecimientos en las terneras y adelantando la edad productiva de las novillas mediante la detección del primer celo viable.
Los robots de alimentación, las salas de ordeño informatizadas, los sensores de temperatura del tanque de frío o los análisis y trazabilidad de la leche completan un sector muy tecnificado a día de hoy.
Inversiones rentables pero rápidamente obsoletas
La modernización mediante la implementación de nuevas tecnologías requiere de desembolsos económicos, aunque el abaratamiento continuo de estas herramientas y sus beneficios convierten la mayoría de estas inversiones en rentables, dada la mejora que se logra en la productividad del ganado, la reducción de mano de obra y la rentabilidad final de la explotación
La mejora de la productividad del ganado, el ahorro de tiempo y la mejora de la rentabilidad de la explotación compensa la inversión necesaria
“Cada vez existen más empresas que generan nuevos dispositivos y sensores para el ganado. Muchas de ellas compiten entre sí para producir el producto más eficiente e interesante para los ganaderos. Esta competencia hace que cada vez ajusten más los precios de sus productos y sean más accesibles a toda clase de granjas. Hoy las explotaciones de pequeño tamaño ya utilizan también tecnologías de monitorización”, asegura Roger Vidal, investigador del IRTA.
“A la larga muchos sensores se acaban amortizando y bien distribuidos entre los animales ayudan mucho a saber el estado general del rebaño. Si bien, algunos sistemas necesitan un mantenimiento que se traduce en una cuota de pago anual y, como todo dispositivo tecnológico, tiene una vida útil limitada”, advierte.
Apoyo a la extensificación de las explotaciones
La producción láctea está condicionada cada vez más por unas mayores exigencias medioambientales. Estas nuevas herramientas pueden ayudar a la reducción de la huella de carbono de las ganaderías y a lograr explotaciones más sostenibles, una vez que el sistema oficial de Control Lechero español está midiendo ya parámetros como las emisiones individuales de cada vaca. La nueva PAC fomenta una mayor extensificación de las ganaderías y ya existen herramientas disponibles para aplicación en pastoreo, tanto en vacuno de leche como de carne. “Aunque al principio muchas de estas tecnologías se enfocaban en una producción más intensiva, pensada para grandes explotaciones con las vacas confinadas dentro de los establos, cada vez existen más tecnologías para la ganadería extensiva”, asegura el técnico del IRTA.
Este tipo de tecnologías, que aportan datos objetivos del rebaño, están ayudando a profesionalizar el sector del vacuno de carne en extensivo
Collares de geolocalización, de monitorización de comportamiento u otros que generan vallados virtuales están ya hoy disponibles en el mercado. No obstante, la implementación de esta tecnología en producciones extensivas sigue topándose con algunos problemas debido a la recarga de la batería de los dispositivos, su solidez o la escasez de cobertura móvil para su correcto funcionamiento.
Manejar datos, además de ganado
La formación del ganadero juega un papel importante a la hora de la implementación de estas tecnologías en la explotación. “Este tipo de nuevas tecnologías generan un foco de atención sobre todo para a la gente joven, más motivada en aprender nuevos métodos y tener una gestión de su ganado menos esclava y más adaptada a los tiempos que corren”, asegura Roger.
Los sensores son una herramienta que puede ayudar a mejorar el manejo de los animales, pero no sustituyen a una correcta gestión de las explotaciones
La incorporación de estas tecnologías a las explotaciones está cambiando el perfil tradicional del empleado de granja hacia un personal más cualificado, capaz de manejar datos, además de ganado. “Los ganaderos están cada vez más interesados en el uso de estas tecnologías debido a las grandes ventajas que conllevan. El ahorro de tiempo que generan las hacen muy apreciadas para los ganaderos más jóvenes, más familiarizados con las nuevas tecnologías y que no pretenden centrarse a trabajar solamente en el cuidado del ganado”, afirma.